
La corola y el cáliz
son las joyas…
que subliman su cortesía.
Publicado en Poemas
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Nuestra amistad fue fortuita,
nos inspiraron las musas,
¡son bellas! las muy intrusas
y alcanzan el corazón.
Surgieron nacientes letras
escribiendo un sentimiento,
la brisa fresca que un viento
alentó con emoción.
Sentimos que lo sublime
nos unía en pensamiento
y en aquel mismo momento
sellamos nuestra amistad.
Pasaron días y meses
con el sentir anudado;
hasta hoy hemos llegado
compartiendo libertad.
Creatividad y cielo
son un tipo de nirvana,
para la salud humana,
y nos guían a vivir.
Se combinan nuestras voces
y unas francas octavillas,
sólo de algunas cuartillas,
nos animan a seguir.
No tiene poder el tiempo
de cambiar lo que se siente
ni la distancia silente
puede acallar nuestra voz.
Es por ello que aquí estamos
hilvanando las razones
con palabras y emociones
que ejercen de portavoz.
Seres en cualquier instante,
los acentos son impulsos
de nuestros sólidos pulsos
que expresan con inquietud.
Infinitos son los versos
que surgen con los latidos
de momentos bien vividos
y sueltos como un alud.
Amistad fiel sentimiento
que acaricia corazones,
al arrebol de emociones,
y nos cobija en su amor.
Nos aporta en su vivencia
alegría y fortaleza
y nos viste de grandeza,
humanidad y esplendor
Autoría: Candela Martí y Marina Muñoz Cervera
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El Mundo gira y gira
sobre su propio eje
siguiendo el camino del infinito
y el compás de las estrellas
que marcan el "tempo"
de este Universo..
Brillantes manecillas
que tintinean cada día..
Le pongo un timón al tiempo
y lo pilotaré con cautela..
sabiendo que el carácter
es el “hado” de un destino..
Marina © M.C.
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Se la llevó la pobreza
¿Así lo quiso el destino?
o sólo fue un desatino
de la abundante maleza.
Pudo con su fortaleza,
cosas de la enfermedad,
yo no sé si es verdad,
pero no tenía un peso
ni ataúd en su deceso,
a los veintiséis de edad.
A los veintiseis de edad
y en su bonanza seis hijos,
éstos quedan como alijos
de la ilustre caridad.
¿Será la diosa fortuna?
¿quiso mostrarnos su hambruna?
¿es un carro de la noria
que no pudo buscar gloria?
Sólo lo sabe la luna.
Sólo lo sabe la luna
si ellos comían de noche
sin insectos ni reproche,
a los pies de una tribuna.
Sin sábanas en la cuna
los niños tendrían frío
y quizás en algún río
lavarían sus desdichas
entre sonrisas y chichas,
con el calor del estío.
Marina © M.C.
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