Vadean las palabras los abismos
confluyendo en riachuelos
en pos de una cascada
que fluye incansable
a través de las luces
de mi imaginación.
Afloran los versos
en cada brinco del agua
como espumosas burbujas
que se disuelven con el aire.
Germinan los poemas en las honduras
y en esa profundidad
encuentran la raigambre
necesaria para discurrir
serenamente hacia el mar.
Entretanto…
mi alma silenciosa
observa todo el periplo
sintiendo el pálpito de la vida.
Marina©Muñoz Cervera