La mariposa, presta a volar,
espera con paciencia
la fuerza necesaria para recorrer libre
cualquier cielo…
que encuentre a su paso,
con la total tranquilidad…
de sentirse llena de armonía…
En cada movimiento de sus alas…
Vibra su alma…
en este camino hacia el infinito
y cada día…
encuentra un nuevo sentido…
emergiendo renovada
cuando el tibio sol
acaricia sus destellos…