

Parte I
Me miran las estrellas,
traza mi corazón
con la pluma en mis dedos
y un latido interior.
Y un latido interior
que suena calmo y claro
la mirada hacia dentro
libre de todo vaho.
Libre de todo vaho
fulgor en mi camino
y denuedo en mi alma
no se perciben gritos.
No se perciben gritos,
la noche es serena,
preludio del neo año
y me causa tristeza.
Y me causa tristeza,
un retorcido engaño
se resume en el cuerpo
como un hábito raro.
Como un hábito raro
sones de mansedumbre,
catarata de místicos
afuera de las urbes.
Afuera de las urbes
vecinos al progreso
de su inherente piel
en el lógico duelo.
En el lógico duelo
del organismo humano
en su usual desarrollo
contradichos extraños.
Contradichos extraños
que empañan las ideas,
impiden el progreso
y oprimen con careta.
Y oprimen con careta
tapada por un velo,
doble encaje de amor,
cortina de desprecio.
Cortina de desprecio
tapa la claridad
de forma cotidiana
cuentos de carnaval.
Cuentos de carnaval
con visajes por fuera
y mohínes por dentro,
la figura de cerca.
La figura de cerca,
son sonrisas de niños,
simas de los ancianos,
sueños de un albedrío.
Sueños de un albedrío
las mentes despejadas,
en el suelo los pies
y siguiendo a las masas.
Y siguiendo a las masas,
“Sones de mansedumbre,
Catarata de místicos
Afuera de las urbes”.
Parte II
Aparece la luna,
invade su reflejo
contento en inocencia
y resbalan los velos.
Y resbalan los velos
rodando por la tierra
y desde la matriz
una voz verdadera.
Una voz verdadera
luz de generaciones,
campanas de futuro,
temática de soles.
Temática de soles,
sueños inteligentes,
amplitud de miradas
y músicas a voces.
Y músicas a voces
alegría y sentimiento
auténtico y espontáneo
allá de fariseos.
Allá de fariseos
sonríen los planetas…
y mecidos en la brisa
aclaran la vereda…
Aclaran la vereda…
“Impulso de generaciones
Campanas de futuro…”
(Endechas)
Marina © M.C.
que hermosura de letras y te vuelvo a repetir me traes paz mi querida y nunca olvidada amiga! te quiero mucho queda en mi mente el deseo de un abrazo a una amiga que quizás Dios permita que se lo deun beso desde una Argentina cercana a Bolivia y a la vez tan lejanamaría susana