El arte de meditar
es un aprecio en la mente
de nuestro instinto latente
que siempre anhela gozar.
En su eterno caminar,
fluye como una corriente
que discurre muy paciente
y el alma puede soñar.
Es necesidad sutil
por el humano propuesta,
la verdad en un atril
como doctrina compuesta,
es para el cuerpo gentil,
y en el ser una gesta.
MMC ©
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