La mente dormida…
divaga en los extraños subterfugios
de nuestra percepción
y entre sueños, exclama:
¡Si no soy yo!
divaga en los extraños subterfugios
de nuestra percepción
y entre sueños, exclama:
¡Si no soy yo!
Sin embargo…
perenne es la conciencia
como testigo aun de las mayores crudezas
y con disfraces que sirven de abrigo
para comprender mejor la escena,
nos enfrentamos a nosotros mismos
cada noche.
perenne es la conciencia
como testigo aun de las mayores crudezas
y con disfraces que sirven de abrigo
para comprender mejor la escena,
nos enfrentamos a nosotros mismos
cada noche.
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